Proyectos de rehabilitacion
En intervenciones de rehabilitación, los bloques de cáñamo y el hormigón de cáñamo encofrado permiten actualizar térmica e higrotérmicamente los cerramientos existentes, sin comprometer la transpirabilidad ni la compatibilidad con materiales tradicionales.
El sistema se adapta fácilmente a estructuras de piedra, ladrillo macizo, tapia o adobe, respetando el comportamiento higroscópico del muro original y aportando aislamiento natural, inercia térmica y durabilidad.
Ventajas del uso del cáñamo en reformas:
Compatibilidad con construcciones tradicionales, especialmente en entornos rurales o patrimoniales.
Aplicación directa sobre muros existentes, sin necesidad de demoler o retirar el cerramiento original.
Aislamiento térmico y acústico con baja conductividad y elevada densidad superficial.
Transpirabilidad garantizada, que evita la aparición de condensaciones y moho.
Mejora del confort térmico sin barreras de vapor ni capas impermeables.
Material ligero, que no sobrecarga la estructura existente.
Excelente adherencia tanto del bloque como del proyectado o vertido sobre soportes irregulares.
Solución ideal para rehabilitación energética en edificios antiguos sin afectar su imagen arquitectónica.
Productos recomendados para esta aplicación:
Proyectos de reformas realizados con cáñamo:
Preguntas frecuentes técnicas sobre el uso de hormigón de cáñamo en reformas:
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Depende del estado del paramento existente y del objetivo del proyecto. El bloque es ideal cuando se requiere rehacer completamente el cerramiento o añadir aislamiento desde el exterior con una estructura auxiliar. El encofrado con hormigón de cáñamo es óptimo para muros existentes que permiten añadir espesor. El proyectado se utiliza cuando se busca una solución continua sobre paramentos irregulares o interiores, con aplicación mecánica directa.
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Sí, siempre que el muro no presente problemas de capilaridad activa. La cal y la cañamiza trabajan en conjunto para regular la humedad ambiental y compensar oscilaciones térmicas. En caso de humedad ascendente severa, deben resolverse previamente con sistemas específicos (drenajes, cortes físicos o barreras minerales transpirables).
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Con proyectado o encofrado, el espesor mínimo efectivo para aislamiento térmico es de 6 a 8 cm, aunque en climas fríos se recomienda alcanzar al menos 12 a 15 cm. En bloque, los espesores parten de 20 cm según el modelo empleado.
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Sí. El proyectado de cáñamo en interior permite aplicar una capa aislante desde 3-5 cm en zonas puntuales sin grandes pérdidas de superficie, mejorando el confort térmico y acústico del espacio.
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Se recomienda aplicar revocos naturales a base de cal aérea o cal hidráulica natural, que conservan la transpirabilidad del sistema. También se pueden utilizar sistemas de acabado interior como revestimientos de arcilla o pinturas minerales.
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Sí. El sistema es reversible, biodegradable y no altera la geometría original, lo que facilita su aceptación en intervenciones patrimoniales. Además, mejora las condiciones higrotérmicas sin modificar la imagen del edificio.
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Sí. Tanto con bloque como con proyectado, el cáñamo puede emplearse como trasdosado autoportante o directo, aportando aislamiento y corrección higrotérmica sin intervención en la fachada.